jueves, 30 de septiembre de 2010

Y ME ENCONTRÉ CON CHILE...



Realmente nunca pensé en Chile hasta que empecé a pensar mucho en Chile. Me sorprendió lo poco, o nada, que sabía de ese país, lo que me llevó a dos conclusiones: 1, que soy muy bruta y 2, que no se habla mucho de Chile en España, obviamente me quedo con la segunda. Se habla mucho de Argentina, en mi caso particularmente porque mi madre es porteña, se habla de Irak, de Irán, de Colombia, pero de Chile, de Chile no.
En Chile hablan con un acento que cada vez que lo intento imitar hago un ridículo espantoso, cuestión que me importa un pimiento ya que me divierte mucho imitar acentos. Los pimientos se llaman pimentones, el maíz se llama choclo, las camisetas se llaman poleras y los jerseys polerones y así hasta "casi" el infinito. En Chile comen mucho aguacate, que ellos lo llaman palta, comen ceviche y pescados muy ricos, que yo no he probado, pero he supuesto que son ricos, toman caldillo de congrio, que tampoco he probado y un postre muy raro que se llama mote con huesillo, que si he probado.
Chile es un país muy largo, largo de pelotas ,tienen el Pacífico, que aunque está helado tiene olas maravillosas, tienen la cordillera de los Andes y toman Pisco Souer que, aunque no sea chileno, doy fe que lo preparan muy rico.
Y bueno, no pensé en Chile hasta que fue inevitable. Me podría hacer la interesante y decir que, de repente, la curiosidad me hizo indagar sobre ese país desconocido para mí, o que me matriculé en un curso de economía chilena, pero fue más simple: Me enamoré de un chileno. Fue entonces cuando, poco a poco, empecé a saber menos y cachar más, a almorzar en vez de comer, comer en vez de cenar, a tardar "n" en vez de tardar mucho y a carretear en vez de irme de copas. También descubrí, después de un gran cabreo, que ser seco es algo muy bueno y el significado de lo que es una comida picante.
En Chile hay terremotos y porotos, hay djs muy conocidos, hay desiertos, hay lagos enormes (me lo acaban de chivar), está la isla de Pascua, el volcán activo más alto del mundo (me lo acaba de chivar la wikipedia) y un sinfín de cosas que desconocía y que me parecen geniales y maravillosas.
Y sin ánimo de ofender a aquellos españoles que conocen Chile a la perfección, creo que en España no se piensa mucho en Chile, también porque quiero creer que no soy la única española ignorante al respecto. Y ahora que, por suerte, me ha tocado conocer de alguna forma este país, estoy encantada. Estoy encantada con el pebre, con los sandwiches de churrasco italiano, con el pisco, con el ceviche y la cueca brava (me estoy haciendo un curso online por youtube). Para todos aquellos madrileños que quieran probar, así como todos aquellos chilenos que viven en Madrid y añoran, les recomiendo que se pasen a tomar un pisco y un rico sandwich Chile style a San Wich en la calle Hortaleza nº 78 en Madrid. En Barcelona, como son muy modernos y viven muchos chilenos, tienen un par de restaurantes que, al parecer, son muy buenos pero que, como no los conozco no los voy a recomendar, cuando vaya os lo cuento.