El resultado no es siempre una historia coherente, pero me importa un carajo
jueves, 4 de marzo de 2010
CAÍ
Podría ser el título de la canción de Niña Pastori y podría ser septiembre y estar viendo el atardecer plata, fucsia y azul de la playa de Zahara de los Atunes con un mojito en la mano, pero no...es marzo, hace un frío espeluznante y la única plata que veo es la de mis pendientes del chino que, afortunadamente, no tienen ningún matiz fucsia ni azul. Las cosas están así y, sí, caí, caí en la esquizofrenia de la producción, lo que me deja seca de playas, palabras y tiempo, caí en embarcarme en cosas extrañas sin mar, ni mojito, ni flamenquillo, lo que provoca que me convierta en una especie de psicorobot enajenado y absurdo.
En medio de mi locura laboral, algún descubrimiento interesante:
El fotógrafo Tomás Munita; y no, no le ví en ARCO, que debo confesar que este año me aburrió bastante.
Música maravillosa de la mano de Fernando Egozcue y Ara Malikian
Haro, en la Rioja Alta. Sitio increíble que me tiene fascinada, en particular, las bodegas de R. López de Heredia, un espectáculo como pocos.
Entre tanto, el mundo se mueve, a veces de forma suave, pausada y casi poética y otras se revuelve y abre sus carnes de forma dramática y violenta.
Y como me ha atacado la nocturnidad y el insomnio leo noticias absurdas, que hacen que cada día me guste menos viajar en avión.
Grandes ganas de sol y playa.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)