miércoles, 25 de marzo de 2009

SIN PLUMA


Nunca pensé que escribir me diera de comer. Escribo desde que tengo uso de razón. De pequeña escribía diarios, por cierto, muy cursis y llenos de faltas de ortografía. Nunca me gustó demasiado leer y mi padre siempre me lo recriminó, de hecho, sigue haciéndolo. No sé por qué no leí más de pequeña, mis padres son grandes lectores y devoraban sin parar literatura de todo tipo. El hecho es que de pequeña leí poco, pero escribí mucho. Pasé por muchas fases, la del diario, la de la poesía, la del relato corto y un día paseando por la calle, mentalmente, escribí mi primer guión. Nunca tuve una gran pasión por la literatura, pero guión que caía en mis manos, guión que me leía. Un día decidí dejar de leer guiones y pasar a escribirlos. No me considero guionista, en realidad, no tengo claro a lo que me dedico, pero si me dedico a algo más que otra cosa en este momento de mi vida es a escribir.
Abrí un blog por diversión, por el simple hecho de plasmar historias variopintas de mi vida y no dejar que se diluyesen entre mis recuerdos. Dejar de escribir en servilletas, cuadernos y folios dispersos fue un gran paso, entre otras cosas, el blog es una forma de ordenar y obligarse, de alguna manera, a cumplir una rutina de escritura. La escritura como hobby era genial, era el mejor momento del día, el momento con mi blog. En este proceso de bloguer, me di cuenta que quería dedicarme a escribir.
Alguien me dijo un día que tuviera cuidado con lo que deseaba, porque podría hacerse realidad. Desee dedicarme a escribir y así fue. Y así están las cosas, conseguí un sueño, pero no sin que hubiera algún daño colateral. Sentarme en la oficina a escribir durante horas y escupir tantas palabras a la pantalla del ordenador me dejan sin pluma para mi momento bloguero. Así pues, cumplo sueños pero mi blog se queda un poco huérfano. Creo que tendré que aprender de Hanne Dahl y conseguir integrar a mi bebé literario en mi guión laboral...
Por cierto, dentro de una semanita será el Klubbers Madrid 2009, con un cartelazo increíble. Aquí os dejo con Psy4 de la Rime.

miércoles, 18 de marzo de 2009

PEQUEÑA INTRODUCCIÓN A MI PARTICULAR LUJURIA GASTRONÓMICA BILBAÍNA


Comemos mucho más de lo que necesitamos.
Tras cuatro días de lujuria gastronómica por Bilbao (que intentaré plasmar en el blog cuando tenga un minuto de respiro laboral) leo un artículo en elpais.com sobre la relación directa entre la dieta y el envejecimiento. Con mi estómago digiriendo aún la exquisita cena en Kate Zaharra, llegué a la conclusión que quizá no viviré 200 años, eso sí, una experiencia gastronómica de tal magnitud bien vale un par de años de vida.

martes, 10 de marzo de 2009

GAMES PEOPLE PLAY


¿Realmente necesitamos catalogarnos para justificar nuestras emociones o nos catalogamos en función de lo que sentimos?
En general, para saber qué lugar ocupamos en la vida de los demás y el papel que juegan los demás en la nuestra, sentimos la necesidad de etiquetarnos. Nos relacionamos con nuestro entorno asignando roles específicos a los que nos rodean. El mejor amigo, el novio, la ex novia, el amante, el colega, el conocido,...Cada título tiene sus restricciones y privilegios. Parece ser que si no acotamos y definimos no sabemos qué hacer y sentir. Si me amas, acota, firmemos el contrato pertinente y llenémonos de papeleo hasta que se nos haya olvidado por qué coño nos amamos.
¿Somos incapaces de amarnos sin concretarnos?
Creo que nos da tanto miedo dejarnos llevar que al final olvidamos a donde queríamos ir.
"A vida é feita de pequenos nadas
que a gente saboreia mas não dá valor
um pensamento, uma palavra, uma risada
uma noite enluarada ou um sol a se pôr
um bom dia, um boa tarde, um por favor – simpatia é quase amor –"

lunes, 2 de marzo de 2009

GRANDES ADICTOS


Leo en el País.es que la editorial brasileña Companhia Das Letras ha publicado recientemente una selección de poemas inéditos del genial Vinicius de Moraes, Poemas Esparsos .
"El amor sereno significaba la muerte para él. Si no vivía en una permanente euforia amorosa entraba en depresión."
Mi pequeño homenaje a un gran adicto. Para amenizar os dejo con la música de Moraes y de algunos de los que tuvieron la suerte de acompañarle en su particular locura de amor.

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domingo, 1 de marzo de 2009

ADICTOS


Siempre reflexiono en el límite, ni cinco milímetros antes ni cinco milímetros después. Reflexionar antes de la caída es apasionante y absurdo. Tambaleándote antes de precipitarte al vacío, se te pasan mil cosas por la cabeza, pero caer, caes y la hostia te la metes seguro. Me pregunto por qué no podré pensar ciertas cosas antes de estar en ese punto de no retorno y por qué viendo la inminente caída no me paro varios metros antes y me doy media vuelta a un lugar seguro y aséptico. Soy incapaz. La curiosidad es una virtud y un peligro, debí de aprenderlo la penúltima vez que me vi a mi misma mirando este abismo. Aprender de los errores, no tropezar dos veces con la misma piedra, bla, bla, bla, cuando uno es adicto a la adrenalina no hay lección posible que te haga renunciar a la maravillosa sensación de un chute de vida a lo bestia. ¿Vivir es sufrir?, rotundamente no, pero es una consecuencia inevitable para los que habitamos en los alféizares de las ventanas. Un par de cicatrices me recuerdan el dolor que se siente al exponerse demasiado, pero sigo caminando. Me río de las buenas intenciones, en el "juro que jamás volveré" y en el "esto no me vuelve a pasar"...en el suelo, con el cuerpo medio resquebrajado todo se llena de promesas muy poco realistas. A lo lejos entre las montañas se escucha el eco de una voz: Te lo dije. Siempre hay alguien que te lo dice, que te advierte, que te ha visto caer una y otra vez y que a su vez a caído una y mil veces. En ocasiones eres tú el que se lo dices a otros, sin embargo, seguimos jugando y seguimos cayendo.
Bajo mis pies observo una pradera verde y maravillosa, la suave brisa acaricia mi cuerpo, siento el vértigo, pero no me importa demasiado, dejo de reflexionar y salto. Todo lo que venga después lo desconozco, puede que en esta ocasión sea diferente, lo que sé y tengo claro es que si no me tiro nunca lo podré saber.