martes, 29 de julio de 2008

SÓLO SE VIVE DOS VECES, EN OCASIONES, INCLUSO TRES




Lunes. La presentación, el éxito y un reencuentro.

El lunes, el lunes es ese día de la semana que fácilmente podríamos eliminar del mapa, creo que no sería una pérdida irremediable. Me levanto con mucho sueño y con la cabeza en ebullición de las miles de cosas que tengo que hacer. Antes de ir a la oficina hago unos trámites policiales, para que venga Diana a Madrid. Eso está bien, que venga, así Jesús la podrá ver mientras duerme en vivo y en directo, que lo del skype no está mal, pero es un pelín surrealista.
Llego a la oficina, tarde. Hay clase de inglés, pero tengo un lío tremendo, el jueves me voy a Ibiza y tengo que terminar mil cosas, decido que dos horas de clase de inglés, hoy, son inviables.
A las tres presento la locura Jamesboniana . Estoy tranquila, hemos hecho un trabajo impecable, el esfuerzo a merecido la pena, somos unos auténticos cracks. Se que suena pedante, pero no conozco a nadie capaz de marcarse un proyectazo así en tres días de puente. Si existe, por favor, se ponga en contacto conmigo, necesitamos gente así de lúcida y esclava.
Trescientos presupuestos y llamadas y ya son las dos y media del mediodía. Cojo mis bártulos y me voy a la guerra.
Llego puntual y me siento en el patio con Pati a fumar un pitillo, mientras le cuento la jugada, Pati es un amor, le gusta la idea. Minutos después se agregan a la reunión Almudena, Rober y otra chica que no se llama Aída, pero es el nombre que me sale, cuando pienso en ella.
Están contentos, les gusta, me gusta que les guste. Hacemos pequeños cambios, era de esperar, hay que reducir presupuesto y añadir ciertos detalles.
A punto de irme, me llama Marian, está sólo en la productora, tenemos que organizarnos las vacaciones. Me despido de los Comunicas y me marcho a DenkenPro a intentar clarificar, qué porras voy a hacer con mi vida estas vacaciones.
Consigo aparcar mi tractocarro enfrente de casa, ¡bien!. Subo a la productora, Marian está sólo, Pablo está en Marbella y Pato ni idea. Marian está guapísimo.
Con un mapa de Francia organiza el mes de agosto. Charlamos un rato, decido que no es mala idea irme con él a Barna, después de Ibiza, luego…¡quién sabe!, varios planes, todos buenos.
Ya son las seis y media de la tarde, tengo que hacer varias cosas en Jordán, pero he quedado y si me voy a la ofi, me voy a liar de mala manera.
Estoy en casa y hago un par de trámites internautas, ya son las siete y media, chico lindo tiene que estar al caer. Tregua literaria, chico lindo, que te he puesto a escurrir últimamente en el blog y es que me tenías con un cabreo de mil demonios. Supongo que me volverás a cabrear en breve, por eso, aprovecharé este maravilloso paréntesis, TOTAL.
Son las ocho y chico lindo está en el barrio, bajo y nos vamos a San Ildefonso a tomar unos tintos de verano. Diferentes momentos, pacíficos, no tan pacíficos, alguna que otra restregada de mierda y al final, pues eso, esas cosas que nos pasan, chico lindo.
Me quedo dormida a ratos, echaba ciertas cosas de menos, me gusta oír cerca tu respiración y es que te quiero mucho, a pesar de mí. No tenía esto en mente, chico lindo, a veces, me gustaría saber por qué me cuesta tanto separarme de ti. Es extraño, pero ya me parece raro no tenerte cerca. Entre sueños te abrazo y me gusta, me gusta mucho. Pienso en lo poco que queda de noche. Abro un ojo y me miras con esa cara que me pone nerviosa, que me hace olvidarme de todo lo malo, por un momento. Cierro los ojos fuerte, una vez más, hoy es mañana, empieza a amanecer y me doy cuenta de que me voy muchos días y que te voy a echar mucho de menos. Te vuelvo a abrazar y dejo de pensar, TOTAL, llevo meses pensando y no me ha servido para nada.

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