Esta frase no me hubiera extrañado si la hubiera escuchado en el cierre de un concierto en el Canci, aunque es curiosa en boca de Lodewijk Asscher, teniente alcalde de Amsterdam. Y así está la cosa, en Amsterdam deciden que cierran el 50% de los putis y coffee shops del centro de la ciudad. Asscher nos cuenta que quiere transformar la city en un lugar más bonito y habitable, eso sí, nos asegura que todavía podremos tener sexo y drogas. Querido señor Asscher, me deja usted mucho más tranquila.
En Madrid no paran de cerrar locales escudándose en vainas de licencias, permisos y chorradas varias. A lo mejor, los responsables de esos garitos se cansaron de pagar el impuesto revolucionario bajo mesa, o puede que como Lodewijk, nuestros políticos quieran hacer de Madrid un lugar “más bonito y habitable”.
No entiendo nada.
Paseando por la Gran vía me he encontrado con una imagen terrible y desoladora de los cines Avenida y Palacio de la Música cerrados. Estoy triste, primero, porque voy corriendo a todas partes y no me había percatado de este cierre tan fatal, segundo, porque con esto me doy cuenta de la mierda tan gorda en la que estamos los que nos dedicamos a esto del cine. No estoy revelando nada nuevo a nadie, pero yo no había sido tan consciente de lo problemático del tema hasta el día de hoy. Definitivamente, algo muy jodido está pasando, lo peor, es que esto sólo está empezando. Eso sí, creo que todavía podemos tener sexo y drogas. Voy a experimentarlo, voy a drogarme y follar hasta que reviente, voy a ir a todos los garitos que pueda antes de que los cierren y cuando no pueda más me iré al cine, aunque sea a dormir la resaca.
En Madrid no paran de cerrar locales escudándose en vainas de licencias, permisos y chorradas varias. A lo mejor, los responsables de esos garitos se cansaron de pagar el impuesto revolucionario bajo mesa, o puede que como Lodewijk, nuestros políticos quieran hacer de Madrid un lugar “más bonito y habitable”.
No entiendo nada.
Paseando por la Gran vía me he encontrado con una imagen terrible y desoladora de los cines Avenida y Palacio de la Música cerrados. Estoy triste, primero, porque voy corriendo a todas partes y no me había percatado de este cierre tan fatal, segundo, porque con esto me doy cuenta de la mierda tan gorda en la que estamos los que nos dedicamos a esto del cine. No estoy revelando nada nuevo a nadie, pero yo no había sido tan consciente de lo problemático del tema hasta el día de hoy. Definitivamente, algo muy jodido está pasando, lo peor, es que esto sólo está empezando. Eso sí, creo que todavía podemos tener sexo y drogas. Voy a experimentarlo, voy a drogarme y follar hasta que reviente, voy a ir a todos los garitos que pueda antes de que los cierren y cuando no pueda más me iré al cine, aunque sea a dormir la resaca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario